EL CANCER ES UN
PROCESO DE SANACION
El cáncer
es la manifestación de un proceso de sanación del cuerpo/mente emocional. Es
nuestra falta de entendimiento de ese proceso lo que produce el desenlace fatal
como enfermedad.
Nadie se muere de cáncer
El cáncer
es una salvación de la vida. No es algo malo ni debe ser causa de miedo ni de
tristeza, porque si se lo trata bien se cura muy bien. Al contrario, hay que
agradecerle de corazón por su bondad y generosidad.
A lo largo
de nuestra vida se ha acumulado una tensión, una toxina llamada estrés o
sufrimiento. Para no morirse por esa toxina generalizada en el cuerpo se forma
un tumor, asumiendo esa energía negativa como una masa, en algunos de los
órganos fisiológicamente más débiles de cada persona. Todas las manifestaciones
del cuerpo, la fiebre, el dolor, la inflamación, la diarrea, la tos, el
absceso, la hemorragia, incluso los tumores, son reacciones fisiológicas, muy
positivas, buenas, nada malas, aunque sean molestas.
No son
enfermedades sino una salvación de la vida, una vida tan enferma,
desnaturalizada y estresada por la modernización y la agitación. Entonces, ¿por
qué se muere de cáncer? La gente se muere de la medicina, por la quimioterapia,
por la radiación y por la operación. Según el libro, “Se asesinan por
quimioterapia”, del investigador japonés Syunsuke Funase, el 80 por ciento de
las muertes por cáncer se debe a las medicinas. En realidad gran parte del
cáncer no es invasivo ni agresivo, no tanto como dice la medicina. Hasta
descubrir el tumor por un examen médico ocasional ha vivido tranquilo, ya que
hasta ese hallazgo han pasado entre 10 y 20 años de vida cancerosa,
considerando el nacimiento y proliferación de una célula de este tipo: cada día
nacen de cinco mil a diez mil.
Al pasar
de 40 o 45 años de edad ya tenemos por lo menos diez partes de cáncer, llamado
microsarcoma, aún no detectado por la medicina. Con la sentencia médica de
cáncer de pronto empeora todo, hasta la desmoralización total, con miedo,
zozobra. Y de inmediato empiezan con el diagnóstico y la preparación: “ya es
tarde, hay que operar cuanto antes”, “comencemos con la quimio, o probemos
primero con hormonas”.
Esas
palabras matan. Casi nadie las resiste, pues son de una “autoridad médica”;
pero ¡tranquilo, respire profundo! Curarse de cáncer no depende de la medicina
sino del estilo de vida, de los hábitos y pensamientos. Y claro: cuando el
cáncer se trata mal se desarrolla mal. Y se cura si cambias tu vida y los
pensamientos erróneos. Cuando la medicina lo abandona diciendo “ya no hay nada
que hacer” es su oportunidad de curarse. Comienza la vida verdadera. Hay que
hacer muchos cambios, no sólo para curarse sino para no enfermarse más.
Un buen momento
La palabra
metástasis se usa casi sin excepción como sinónimo de cáncer terminal o sin
remedio, pues se ha expandido agresivamente a otras partes. Nada de eso.
“¿Entonces
por qué se mueren en la metástasis?” No. La gente se muere por la aplicación
doble o triple de quimioterapia, la radiación o drogas más poderosas. Éstas
acaban por completo al sistema inmunológico: un maltrato sistemático, una
mutilación perfecta de las defensas del cuerpo por la ciencia médica.
La
metástasis es una situación complicada, pero es el mejor momento para curarse.
Todo depende de cómo se ha tratado el cáncer y cuán profundo es el cambio de
vida. Esa diferencia es crucial. Además hay que saber que el origen y la fuerza
del sistema inmunológico están en nuestra propia vida, protegida y por la
naturaleza, y no en las técnicas médicas. En la metástasis se dan a menudo la
fiebre y el dolor intenso, de ahí el desánimo. Cuando se reactivan los
linfocitos de los glóbulos blancos, principales combatientes contra el cáncer,
el cuerpo manifiesta fiebre, dolor, hinchazón y tremenda fatiga mediante las
hormonas del sistema nervioso para simpático: acetilcolina, prostaglandina,
histamina, serotonina entre otras.
Con la
fiebre y dolor causadas por la acetilcolina y la prostaglandina se reactivan
muy eficazmente los linfocitos, en especial las células del asesino natural,
asesino natural extraTimo, T-linfo, B1-linfo, todos para matar a las células
cancerosas. Según el Dr. Toru Abo, inmunólogo de la Universidad de Niigata,
Japón, la acetilcolina desintoxica el cuerpo hasta 90 por ciento. La
prostaglandina controla y deprime fuertemente al sistema nervioso simpático y
su hormona adrenalina, causante de tensión y radicales libres. Así se fortalece
el sistema inmunológico.
La histamina tiene un papel importante en la mejoría de la circulación sanguínea y hormonal, causando hinchazón, fiebre leve y picazón.
La histamina tiene un papel importante en la mejoría de la circulación sanguínea y hormonal, causando hinchazón, fiebre leve y picazón.
La
serotonina intenta tomar equilibro del sistema nervioso, autonómo, el simpático
y el parasimpático. El simpático también es importante como promotor verdadero
del ánimo para seguir adelante en la vida, aunque en exceso es problema. Ese
desequilibrio de los tres sistemas nerviosos es lo malo. La agitación y el
estrés, el sufrimiento y la propia medicina causan ese exceso del sistema
nervioso simpático.
No se haga
ilusiones con la medicina, está muy deshumanizada y comercializada. Debe asumir
la responsabilidad de su salud y no dejar en manos de los médicos su cuerpo tan
maravilloso. Para curarse de cáncer no hacen falta medicinas ni terapias; sólo
cambie su vida a una más sana, natural y agradable, con mucho amor. No hay ninguna
enfermedad que no se cure si se enfoca en el cambio de vida o cambio de hábitos
para reforzar la fuerza vital. Es muy preocupante que a medida que se
desarrollan la sociedad y la comodidad de la vida individual se va perdiendo el
fundamento firme del cuerpo físico y emocional, sobre todo de las nuevas
generaciones.
La crisis curativa en el proceso de
sanación
Esas
reacciones (fiebre, etc.) son muy molestas y dolorosas. Por eso se llaman
reacciones recuperativas o crisis de cura. Es una época de crisis en el
proceso, pero hay que saber que esa crisis es fisiológica y no patológica.
Manifestaciones de nuestras defensas, señales básicas de la recuperación final.
Tiene que pasar por ese periodo crítico, a veces muy fuerte, sin temor, con más
ánimo y alegría ya que está cerca de la curación y la liberación tan esperada.
No se
preocupe por las reacciones que vendrán. Para superar esas crisis debemos
aprender las terapias caseras como el baño de pies, la plancha, el baño de
jengibre, quinesiotaping (EFT, técnica de liberación emocional), sauna casero,
caminata, etc.* Hay que aprender a desapegarse de la enfermedad y de sus crisis
en la sanación. Es una buena oportunidad de aprender una nueva vida. Estas
terapias no son para curar las enfermedades ni para salvar la vida, sino para
pasar la crisis fisiológica. Aquí el concepto de terapia no es el tradicional
de la medicina, más bien sería los remedios caseros, pues la medicina ortodoxa
quiere monopolizar todas las terapias naturales por medio de gobiernos y leyes
ante la crisis del sistema médico mundial. (Por cierto, la medicina tenía antes
un término para esas reacciones de cura, el síndrome de paraneoplástica, pero
la quimioterapia lo acabó y los médicos hoy no conocen el término; no necesitan
saberlo, pues en esa medicina no hay proceso de curación).
La
metástasis en realidad manifiesta la inflamación del tumor original, pasa a
otras partes del cuerpo y la cuenta del anticuerpo crece y a veces presenta el
otro anticuerpo positivo. Por eso la medicina lo define como un empeoramiento
del cáncer, pero según estudios, si se mantiene o aumenta la cifra de
linfocitos indica el debilitamiento de las células cancerosas, no es nada
negativo. Debido a la fuerte lucha de los linfocitos las células cancerosas
están escapando. En muchos casos de metástasis el interior del tumor presenta
la necrosis o muerte de sus células por los linfocitos. Además las células
cancerosas tienden a suicidarse (apoptosis) por la condición de alta
temperatura corporal, bastante oxígeno y la buena circulación sanguínea, lo
cual muestra el valor de hacer ejercicio, alimentarse sanamente y aplicar
urinoterapia (Biosalud).
Cuando se
trata a un enfermo con drogas, radiaciones, cirugía, etc., es posible que
empeore, pero si se le trata de forma natural o con terapia alternativa, todos
los síntomas que aparecen, aunque sean muy molestos y dolorosos, son
fisiológicos, es un proceso de sanación. Sin embargo, también hay que decir que
aunque muera (todo depende de la condición que tiene, de cómo se ha tratado y
cómo ha profundizado el cambio de vida) podrá irse con la dignidad de la
calidad de vida y con mucha paz, sin tanta angustia, sufrimientos y mutilación
que provoca la medicina. Es cuestión de Dios. Este aspecto es de innegable
importancia. Ahora hay que trabajar y vivir, exponiendo la vida por lograr una
nueva vida. Siga adelante con más ánimo y esperanza de llegar a la recuperación
final. Tiene que estar firme en el rumbo por dónde quiere ir: un camino de
muerte por la medicina o un camino de vida por la naturaleza.
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